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La Educación Sexual de la Primera Infancia

Guía para madres, padres y profesorado de Educación Infantil 

Desde una perspectiva histórica la violencia doméstica constituye la expresión de un orden social basado en la desigualdad, generada por una asignación de roles diferentes a hombres y mujeres y a un reconocimiento y valoración social y económica más elevada de lo masculino, en relación con la esfera pública. Desde una perspectiva social es una manifestación de prepotencia y dominio sobre las mujeres y los menores, que lleva a algunos hombres, en un intento por preservar sus privilegios, a recurrir a la violencia física cuando no son capaces de convencer mediante la lógica y la razón. Hoy en día la violencia ejercida contra las mujeres en el entorno familiar constituye uno de los más graves problemas a los que se enfrenta la sociedad.

Aunque este tipo de violencia ha existido siempre en los últimos años se ha producido una transformación simbólica que ha permitido hacer más patente que la violencia contra las mujeres es un hecho inaceptable. Los comportamientos violentos no pueden considerarse ya como pertenecientes al ámbito privado, no son tampoco un problema de las mujeres, sino para las mujeres. Constituyen, por ello, un auténtico asunto público, un problema de la cultura y de los valores que afecta al conjunto de la sociedad y que es necesario erradicar sin paliativos.

Con este fin se pusieron en funcionamiento un conjunto de medidas de intervención, encuadradas en el Plan Integral contra la violencia doméstica. En el marco de dicho plan el Centro de Investigación y Documentación Educativa ha recibido el encargo de elaborar estos materiales de educación afectivo sexual, que pretenden promover una educación basada en la igualdad y la no discriminación por razones de sexo que defiende nuestra Constitución, potenciando en el Sistema Educativo los valores de diálogo, respeto y tolerancia, para evitar que las futuras generaciones reproduzcan esquemas de comportamiento violento.

Esta Guía, a diferencia de otros manuales, no consiste en un repertorio de actividades a realizar en el aula y tampoco está dirigida a expertos en educación afectivo sexual, considerada como un componente más del currículo. Por el contrario, desde una concepción de la enseñanza y el aprendizaje basada en el desarrollo integral, enfoca la práctica educativa contando con la sexualidad y la diferencia sexual e integrando los aspectos corporales, afectivos, cognitivos y relacionales.

Se trata de que los niños y las niñas desde sus primeros años de vida lleguen a comprender que los conocimientos y los valores no son algo ajeno a la vida, sino que forman parte de ella y aprendan a erradicar la violencia como forma de resolver los conflictos entre las personas.

Autoras: Morales Graciela y Guijarro Concepción